sábado, 1 de junio de 2013

El avance de México

Nacional La reforma fiscal afectará más a los menos favorecidos en el pueblo El avance de México Por: Carlos Damián 18 de Mayo, 2013 Las iniciativas de implementar el IVA a todo y para todos México. - Cómo se descubrió la existencia del hilo negro y similarmente como se revolucionó el mundo cuando el hombre tuvo en sus manos el agua caliente, es así cómo la OCDE descubrió el remedio milagroso para que México pueda superar “el desempeño económico de México en la última década ha resultado mediocre”. Esta organización descubrió la solución como el gran brujo que cura todos los males financieros y económicos: “grandes reformas estructurales, que van desde la apertura de Pemex al capital privado a la aplicación de un impuesto al consumo de bienes básicos hoy exentos de ese gravamen”, y con esta recomendación hecha, el organismo considera que es suficiente para que México pueda transitar por la senda de progreso. México forma parte de este organismo desde 1994, del Fondo Monetario Internacional, y del Banco Mundial -que forman parte del conjunto de brujos que recomiendan a México-, se registra un largo historial de “descubrimientos”, tipo café con leche y “recomendaciones” de “grandes reformas estructurales”, con “agua mágica” en cada rincón de México, y todos estas “aguas tibias” fueron seguidas puntualmente y fueron las que concretaron cinco gobiernos neoliberales, desde Miguel de la Madrid hasta Felipe Calderón pasando por el presidente vaquero V. Fox, y hasta hoy el país no ha salido de la barranca en que lo han metido estos “brujos” con sus artes mágicas. De hecho, a cada paso con la “reforma estructural”, México se hunde un poco más en este pantano de artes mágicas. Tal vez el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría (JAG), desea concretar todas aquellas reformas estructurales que no pudo concretar como secretario de Hacienda que fue de Ernesto Zedillo. Suponemos que su insistencia, ahora desde la OCDE, sea el extender su mandato que como secretario de Zedillo no pudo, y “proponer” en consecuencia al gobierno mexicano “llevar más lejos los cambios ya introducidos en 2008 en el sector energético”. Lo antes mencionado se haría, “incluso a través de una enmienda constitucional que permita compartir los riesgos y los beneficios con el sector privado”. Los beneficios que compartiría el estado mexicano con la iniciativa privada como nuestra experiencia mexicana, no es precisamente en el sentido que lo plantea JAG. Esta información sesgada nos indica que el Estado como se ha documentado por años, es el que asume todos los riesgos y los elevados costos, ya que como siempre es el sector privado el que goza de los jugosos beneficios. En este tejemaneje es el viejo truco de la socialización de las pérdidas y la privatización de las ganancias. En esta fábrica de mentiras en la que la OCDE nos “recomienda” la “reforma privatizadora” en el sector energético, y en tal sentido nos encontramos con la pregunta obligada, si el oro negro se cede gratuitamente a las grandes trasnacionales extranjeras y mexicanas, ¿de donde obtendrá recursos el gobierno federal? Porque, aproximadamente de 40 centavos de cada peso presupuestal proviene del petróleo y al gran capital nunca se le ha dado eso de pagar impuesto al gobierno federal. Primero se cede el alma al diablo que pagar impuestos al gobierno mexicano. El gobierno federal y estatal se vacíe el cerebro para encontrar de donde provienen los impuestos, ya que el gran capital con su docena de abogados, busca evadir, encuentra que le devuelvan los impuestos y se rehúsa a pagar impuestos. Pero sorpresa, viene la sirena con su canto y “recomienda” otra fabulosa “reforma” con sus artes de brujería: IVA en alimentos, medicinas, libros, servicios médicos, colegiaturas y todo lo demás que a la fecha no está gravado con ese impuesto o tiene tasa cero. Los mexicanos sabemos que el gobierno no compensará, el gran agujero fiscal que se provocara al privatizar la ganancia petrolera, pero el organismo que maneja JAG está feliz con la posibilidad que su idea la concrete el gobierno de EPN. Con la brillante idea del canto de las sirenas, los más pobres verán subir el pago de este impuesto 161.2 por ciento, mientras para los más ricos aumentará menos del 40 por ciento. Los más pobres cubrirán ahora 1.7 por ciento del pago total del impuesto en el país y el déficit de mayores ingresos 36.2 por ciento, proporcionalmente menos que antes. La reforma fiscal que grave alimentos y medicinas, además de regresiva, contribuirá a darle certeza al capital financiero, pues además de no pagar impuestos, exige para su ingreso ciertas condiciones tales como la acumulación de reservas, el equilibrio fiscal, el incremento de la deuda pública interna y la ampliación de la base tributaria. La reforma fiscal que se va a promover ‘a fortiori’ va a contribuir a mejorar la certeza de los ingresos tributarios, y dará certeza y protección al gran capital, en particular al financiero. Se privatizará a Pemex y al abrirlo al capital trasnacional, vendrá una baja en la recaudación tan estrepitosa que se oirá en China y Japón. Golpeará financieramente a Hacienda que compensará con los ingresos y utilidades de la paraestatal que ya no cobra, y además devolverá los impuestos a las grandes empresas como Televisa. En esta certeza de la información nos encontramos con la aplicación generalizada del IVA en alimentos y medicina, se eliminan los supuestos subsidios a los precios de la energía eléctrica y gasolina. Se aplicarán impuestos al comercio informal, y a la economía informal además de un aumento al IVA, del 16 por ciento al 20 por ciento. En total, con estas cuatro categorías se concentran 81.7 por ciento. Sin embargo para el 20 por ciento de la familia con menores ingresos, 52.3 por ciento de su ingreso se destina a la adquisición de alimentos, en contraste con 28.4 por ciento de su gasto que canaliza la familia rica en la compra de alimentos, por esta razón, un gravamen del IVA en alimento afectaría de forma significativa a las familias menos favorecidas, (eufemismo para referirse a las familias miserables). Con la estructura actual del impuesto, las familias ricas pagarán 41.1 por ciento del total de IVA, y 1.1 por ciento pagarán IVA, del 10 por ciento del segmento considerado como familia menos favorecida (o miserable). Donde antes sólo el 62 por ciento de la familia mexicana más pobre estaba exento de este pago, y sólo el 38.2 por ciento pagaba impuestos. Del total la familia rica sólo pagaba las tres cuartas partes del gasto, IVA. En este aumento generalizado de precios y de impuestos el efecto de la reforma fiscal será diferente para la población, ya que será de acuerdo a los ingresos recibidos. La última encuesta nos muestra como un fundo minero con trece familias dueñas de México, manteniéndose la concentración de la riqueza (del 1 por ciento). Los hogares de menos ingresos perciben 5 por ciento del ingreso total, mientras que las familias ricas (1 por ciento), concentran el 51 por ciento del ingreso total. Medido en función de los salarios, la mayoría de las familias mexicanas percibe de 2.01 a siete salarios mínimos, un rango de 126 a 442 pesos diarios. La prioridad en el gasto de la familia mexicana se registra en alimentos y bebidas (36 por ciento del total del gasto), seguido de transporte (20.4), educación y esparcimiento (15) y vivienda y servicios (10.3). (La Jornada, política, p. 26, 17 de Mayo, 2013).

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