martes, 25 de febrero de 2014

Efecto cucaracha

Nacional Sedena rechaza versiones sobre muerte de dos civiles Efecto cucaracha Por: Carlos Damián 15 de Enero, 2014 Policías federales desarman y acuartelan a policías preventivos México. - Las fuerzas federales asumieron hoy la seguridad en el municipio más grande de la Tierra caliente de Michoacán, azotado desde hace meses por la violencia y considerado el principal bastión de la organización criminal ‘los caballeros templarios’: más de 400 efectivos patrullan las calles y vigilan las salidas a Cuatro Caminos, Buenavista, Tomatlán y Aguililla. Sin embargo 80 por ciento de los comercios continúan cerrados y el servicio de transporte foráneo permanece suspendido desde el viernes, cuando opositores, a los grupos de defensa incendiaron tres vehículos, tiendas y parcialmente la alcaldía. Después del mediodía de este martes (14/1/14), elementos del ejército y de la Policía Federal (PF) sitiaron el centro de la ciudad, de unos 130 mil habitantes, y colocaron patrullas frente a la sede del ayuntamiento. Al mismo tiempo, aeronaves de las fuerzas federales sobrevolaban el primer cuadro ante el asombro e incertidumbre de los lugareños, algunos de los cuales aplaudieron el despliegue. Cerca de las 13 horas, parte de los contingentes de la PF y la milicia se desplazó hacia la Dirección Municipal de Seguridad Pública, donde desarmó a los policías preventivos y asumió las labores de seguridad. Esta tarea fue coordinada por el Ejército, a cuyos efectivos fueron entregadas cada una de las armas cortas y largas, que portaban los policías locales, así como las municiones. Armas y cartuchos fueron depositados por los soldados en un camión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). En tanto los agentes de Apatzingán fueron acuartelados. Un propietario de negocio, Chacho N. situado en los portales, dice: “Están equivocados si creen que nos dan más confianza con la presencia de federales; la gente tiene miedo, la ciudad está en crisis y así no se resolverá la situación”. A las 15:30 horas el gobernador Fausto Vallejo llegó a esta ciudad y se reunió en privado con mandos de las 43 Zona Militar, ubicada en la periferia, así como con miembros de los grupos de autodefensa de Tierra Caliente (Michoacán). Más tarde ser trasladó al palacio municipal, donde dialogó con el alcalde Uriel Chávez. Por la noche regresó a Morelia (Capital del estado de Michoacán), para sostener un encuentro con su gabinete. Desconfianza de ciudadanos Las acciones del gobierno federal ante la crisis de estado fallido que se vive en Michoacán, lejos de aportar un factor de estabilidad y certeza en la entidad y al país, han generado un clima de incertidumbre en la opinión pública y volatilidad a la circunstancia de ese estado. Tenemos que en efecto, el despliegue de la Policía Federal en las zonas hasta hace poco eran controladas por los grupos de autodefensa y grupos de defensa comunitarios de indígenas, anunciado por el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha sido recibido con escepticismo; el llamado a los mismos a que entreguen las armas fue rechazado por los dirigentes del consejo de autodefensa de Tierra caliente, y para colmo un operativo militar de desarme realizado en la localidad de Antúnez derivó en la muerte de tres muertos dos adultos y una menor a manos de soldados, ya que entraron en la localidad disparando sus armas. Este trágico suceso debe ser investigado y esclarecido lo que ilustra la improcedencia de utilizar a las fuerzas armadas en funciones de policía. Nosotros como todo el mundo estamos de acuerdo que el ejercito son militares que han sido entrenados para liquidar al enemigo no para perseguir delincuentes ni para prevenir delitos entre civiles, por lo que este suceso nos obliga a recordar los numerosos episodios de violencia y atropello contra la población que han tenido lugar en las circunstancias en las que se ha abusado de despliegues militares en regiones afectadas por el auge de la criminalidad organizada. En contraste , la respuesta gubernamental del momento actual resulta parecida a las concebidas y ejecutadas en su momento durante el sexenio pasado, y cuya inutilidad ha quedado exhibida, precisamente, por la permanencia de organizaciones delictivas y por la inseguridad prevaleciente, la que a su vez ha conformado el caldo de cultivo para la formación de los grupos de autodefensa que han debido hacerse cargo de la seguridad pública en las zonas en las que la Federación ha realizado despliegues espectaculares de fuerza pública para, después dejarlas abandonadas a su suerte. Un factor que por demás es muy claro, es la falta de información oficial consistente y sólida acerca de lo que realmente ocurre en esa entidad. A falta de ella, es inevitable la proliferación de rumores y datos fragmentarios que, lejos de esclarecer el panorama, multiplican la confusión y la desinformación. Por lo demás, en este contexto de violencia y muerte tenemos en el estado una ‘segunda guerra contra el narcotráfico’, con esta tanda de acciones agresivas apenas se alcanzó una ruidosa concentración de fuerzas del gobierno federal para amedrentar al imperio templario en su residencia de procedencia el municipio de Apatzingán, con una blindaje extremo, ya sea alineando camionetas lobo de reciente modelo, con un despliegue descomunal de armas y personal policíaco y militar colocándolas enfrente de la presidencia municipal para obligar a esta organización criminal ha desplazarse de su sede. Confusión y violencia Los ciudadanos michoacanos ya tenían 13 años y no salían del problema criminal. En un principio no hubo detención alguna de tropas o pandilleros pertenecientes a los ‘caballeros templarios’ que en un principio se hicieron llamar ‘familia michoacana’ y fueron aceptados por los ciudadanos ya que tenían 9 años de aguantar a ‘los Zetas’, y 4 años después se instaló la familia michoacana que desplazó a estos criminales pero después se corrompió y comenzó a cobrar ‘piso’ a los ciudadanos, a la postre se convirtió en los caballeros templarios, una organización criminal que rebasaba los abusos de los Zetas y que tenía una religión como propia, tenían sus diez mandamientos –una guía para matar, secuestrar y robar-, y Armando Gómez Martín, (la tuta), el líder como el pastor, un santo que los llevaría al triunfo en su iglesia del crimen. Aunque tampoco se desarmó a los grupos de autodefensa, que guían Hipólito Mora, y el doctor José M. Mireles, que son parte del Consejo de Autodefensas Unidas de Michoacán (CAUM). Hubo violencia debido a la forma atropellada con que el ejército hizo presencia, según videos difundidos en redes sociales y las denuncias específicas difundidas por medio de cuentas en Internet (@valor Michoacan en twitter y @valor por Michoacan SDR en Facebook, por lo que inferimos que SDR son las siglas que corresponden a ‘situación de riesgo’, lo que constituye una suerte de vocero extraoficial del movimiento de resistencia armada popular en la entidad. Los cuales son los que llevan la carga de la ‘guerra interna’ en contra de los caballeros templarios (CT). Algunos de los líderes de la organización criminal CT, son: Arturo Plancarte Solís, Armando Gómez, Martín (la tuta), Dionicio Loya Plancarte, Nazario Moreno González, Arturo Cruz Mendoza, Jesús Vázquez Macías (el Chicano), ), Nazario Morales González, quien dio origen a la doctrina de los Templarios, Humberto Zurita Reyes el operador criminal que fiscaliza a los comerciantes pidiendo 500 mil pesos y su aguinaldo de navidad, y Juan Diego Negrete Arriaga que intenta prender fuego una farmacia, al amenazar al comerciante que no debía abrir su negocio, ya que no tenía permiso de CT. De acuerdo a los hechos referidos, claramente nos indican una ausencia preocupante: la de una estrategia gubernamental coherente e integral, y en este contexto acomodamos a la policía, organización de inteligencia, política, económica y social, lo que hace estos factores que debemos tener para hacer frente a este fenómeno de falta de seguridad pública que empieza a convertirse en confrontaciones de gran escala entre grupos armados. Si la administración de EPN no es capaz de formularla prontamente, aunque sea muy pragmático el presidente, tenemos que el país vivirá otro sexenio de violencia descontrolada, descomposición institucional y barbarie multiplicada. (La Jornada, política, p. 4, 15 de Enero, 2014).

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