Nacional /Mex Historia 1/2
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Robo sigiloso del siglo XX
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Expedición armada 1916
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Por: Carlos Damián Marzo
9, 2016
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La guerra fría encubierta de Estados Unidos contra México
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México. - El silencio de la
historia ha fragmentado el tiempo pero no los trucos y trampas de la
dominación continental del imperio del Norte. Villa cabalga sobre su caballo
llamado siete leguas, pero es un fantasma atormentado después de un siglo de
espera para que se abran los archivos secretos de Estados Unidos para
demostrar a los mexicanos que la expedición punitiva no fue otra cosa que el
disfraz que busca apropiarse de más recursos patrimoniales de México y
América Latina, y no es una persecución inocente en contra de Pancho
Villa. En realidad esta parte de la
historia está oculto a los ojos de los mexicanos para que desconozcan los
agravios constitucionales y del derecho internacional cometidos contra la
soberanía de los ciudadanos mexicanos, así como las violaciones y atrocidades
perpetradas en esta invasión militar, que cambió el destino de México.
Especialmente porque nadie ha enjuiciado a
los responsables del que lógicamente sería el más grande robo encubierto
del siglo XX. Despojo que terminó de
desnacionalizar más territorios y los principales recursos patrimoniales de
la nación azteca. Ello mediante la distracción y simulación de una supuesta
persecución en territorio mexicano contra el Centauro del Norte durante once meses.
Esta acción fue parte del engaño nacional de una invasión militar
planeada estratégicamente en pleno desarrollo de la Revolución Mexicana,
empalmada a la Primera Guerra Mundial, que le permitió al cártel del Golfo anglosajón apropiarse
libremente de hidrocarburos, minerales y metales destinados a satisfacer las
demandas de esa guerra en curso. Además de reiniciar la contrarrevolución de
1913. Misma que fue rematadas con las
invasiones de 1914-1916-1917, que han blindado y ocultado hasta ahora los
despojos patrimoniales infligidos al pueblo de México y a su más de un millón
de personas que murieron en la inducida Revolución Mexicana. Sin embargo, los
archivos siguen sellados. En la memoria colectiva de los dominadores, en los
esclavos que perdieron la guerra perduran los trucos para anestesiar sus
conciencias en una indisoluble vecindad con abismales asimetrías. En este
caso se trató de justificar y premiar una invasión contra un país con
supuestos bandidos internacionales que “alteraban la paz fronteriza” y ponían
en riesgo la “seguridad nacional” del país más expansionista y agresivo del
orbe. Tal como pasa hoy al diseñar Columbus, un parque y un museo con el
nombre de Pancho Villa, pero con el truco de glorificar al ejército invasor,
y a sus principales jefes militares, y por supuesto dedicado a exaltar los
valores intervencionistas y militares del ejército agresor.
Se disfrazó como una expedición en contra de
Pancho Villa
Estos propósitos están inscritos en el programa de dominación continental vigente. De esta manera se
explica cómo se ha castigado a un país de recursos, pero pobre y frágil para
defender su soberanía e independencia. El museo antes mencionado solo en
apariencia está dedicado al gran Pancho Villa, en verdad está dedicado a
glorificar y reivindicar la política agresiva y militar de Estados Unidos en
el mundo. Mucha gente sale engañada de este museo, como: historiadores,
académicos, pseudo-intelectuales, y público en general, y en realidad solo
los tontos y los idiotas salen con la idea del gran guerrillero Pancho Villa.
Este cuento fue reforzado por mucho tiempo por libros publicados sobre el general Villa y Los Dorados, donde se escribe sobre una ingenua y amigable
expedición punitiva americana pactada entre “buenos vecinos”, para ocultar
los verdaderos propósitos de la persecución: depredación y dominación. El
grupo racista discriminatorio de la triple K (Ku Klux Klan), se opuso a la
construcción de este parque y museo, aparentemente destinado a glorificar y
reivindicar la figura del revolucionario Villa, considerado por los medios
globalizados como el “bandido” más cruel del siglo XX. También la sociedad
Histórica de Nuevo México se opuso al proyecto de invertir en un museo
conceptualmente diferente al que se tenía en Columbus la realidad fronteriza en un pueblo que ha
sobrevivido de la propaganda hecha contra el legendario guerrillero Pancho
Villa.
Sin embargo, luego de que los magos del truco estadounidense les
mostraron el truco Pancho Villa, lo aprobaron
para exhibir con orgullo los valores invasores ante un grupo de
“bandidos mexicanos” que asaltaron el campamento militar de Fort Furlong. Así
fue como se apropiaron de la emblemática imagen de la revolución para
canjearla por la del depredador militar John Pershing y su ejército invasor. Ellos, como los verdaderos protagonistas de
la historia oficial y con créditos asegurados en el diseño temáticos
conceptual e iconográfico, construido para perpetuar la dominación y borrar hubo una expedición militar punitiva en la frontera
de México y Estados Unidos donde la población sufrió violentas agresiones,
violaciones y robos de caballos, vacas, burros y mujeres al arbitrio, de parte del invasor afro-americano. Esta
acción cambió por completo el destino de México, después de que habíamos
sufrido de parte del agresor un gran robo de territorio, entre 1847-1853, 54
por ciento del territorio nacional, quedándonos a vivir en la tercera parte
del territorio que la madre patria nos había heredado como parte del imperio
español en 1823. Incluso los territorios de La Mesilla donde se encuentra
Columbus, cedidos por México mediante una oferta que no pudo ser rechazada
bajo la firme amenaza de una invasión permanente promovida por sus
corporaciones. Hoy, en otro de sus trucos y viejas trampas, el pueblo de
Columbus, ha sobrevivido gracias a la mitificación y comercialización de un
nuevo y eufórico montaje engañando a mexicanos de los dos lados de la
frontera unidos en la fiesta del centenario para seguir ocultado la invasión
punitiva con robos y crímenes a ambos lados de la línea fronteriza.
Carranza ignora las protestas del pueblo mexicano
Se trata de una celebración con ambientación popular, enmarcada en la
edición 17ª edición de la Cabalgata Binacional Villista que coincide con el
centenario del asalto a Fort Furlong al mando del general Pablo Álvarez,
ocurrido el 9 de marzo de 1916. El general villista robó con sus hombres
durante dos horas, armas, municiones y caballos a los militares de ese
campamento en Nuevo México, mientras otro grupo intentaba asaltar el Banco de
Columbus para recuperar dinero congelado a Villa, luego de que Estados Unidos
también le había embargado las armas y municiones. En el asalto a Fort
Furlong murieron ocho militares y 10 civiles estadounidenses que fueron
enterrados con honores militares en el cementerio local. En contraste, los
mexicanos que murieron en la incursión villista fueron castigados con un
despreciable anonimato en los dos países, como sucede hoy con los
inmigrantes; fueron quemados junto a sus caballos con el combustible donado
por la Standard Oil, de los intocables Rockefeller, otro de los
multimillonarios patrocinadores y parte del Cártel del Golfo WASP, que
impulsaron la expedición punitiva.
Asimismo, los más de 273 villistas ejecutados por el ejército invasor
reportados por el general Pershing durante 11 meses de simular perseguir al
general Villa han sido estos combatientes y honorables mexicanos condenados
al olvido, desprecio deshumanizador y devaluación social por quienes han
aceptado y justificado esta invasión que violó impunemente la soberanía
nacional. Hasta ahora no se ha tipificado como tal, enjuiciado a los
patrocinadores como la familia de John D. Rockefeller, Andrew Carnegie,
William Henry Vanderbilt y la familia Ford, la familia de Weetman D. Pearson y
ricos estadounidenses que formaban parte del cártel anglosajón similar a KKK,
que cambiaron la mentalidad, el rumbo de México soberano y asesinaron a
familias completas a lo largo de la línea fronteriza. Es más esta acción han
sido, son encumbrados, glorificados, y se les ha hecho honores, estatuas a
estos traidores y asesinos de la línea fronteriza binacional. Continúa con la
segunda entrega. (La Jornada, sociedad, p.p. 2-3, Marzo 9, 2016).
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lunes, 28 de marzo de 2016
Expedición armada
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