Internacional
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La hora del legislativo estadounidense
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Cuba-EU: Relaciones internacionales
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Por: Carlos Damián 8 de Mayo, 2015
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Son inciertas las relaciones con EU: La Habana
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México. - El presidente Barak
Obama (14/04/15), notificó al Congreso de su país su determinación de excluir
a Cuba de la lista gubernamental de “países patrocinadores del terrorismo”,
en lo que constituye un paso decisivo para la normalización en curso de las
relaciones bilaterales. A tres días de su encuentro con el presidente cubano,
Raúl Castro, en el contexto de las Cumbres de las Américas realizada el
pasado fin de semana en la capital panameña, el mandatario notificó al
Capitolio que “el gobierno de Cuba no ha proporcionado apoyo al terrorismo
internacional en los últimos seis meses” y “ha ofrecido garantías e que no
apoyará actos de terrorismo internacional en el futuro”. De esta manera,
Obama sigue adelante en su decisión estratégica de procurar el fin del largo
conflicto entre su país y la isla caribeña, originado por la tozudez
histórica de Washington de impedir la
autodeterminación de los cubanos.
Es claro que a estas alturas, cuando el político hawaiano está en el
tramo final de su segundo y último gobierno, su preocupación principal se
centra en el balance general que se hará de su administración, y en esta
lógica le interesa distinguirse como el presidente que puso fin al bloqueo y
a la hostilidad de décadas en contra de La Habana, injustificable y
contraproducente incluso desde la perspectiva de la opinión pública
estadounidense. Es razonable suponer que Obama ha realizado los amarres
políticos necesarios para aislar en el Congreso a los sectores reaccionarios
y a los grupos más beligerantes de la comunidad cubana en el exilio, a fin de
hacer viable la derogación de las leyes que dan sustento al embargo. Sin
embargo, nada puede darse por seguro. Estados Unidos está por entrar en una
temporada de campañas con miras a los comicios de fines del año próximo y la
generalidad de las decisiones y las votaciones en el Capitolio queda sujeto a
los cálculos electorales. De cualquier manera, la Casa Blanca ha cumplido con
su promesa de impulsar la superación del conflicto con Cuba y la normalización de la relación
bilateral, y ahora la pelota está en el campo de juego del Legislativo.
Símbolo
de la lucha contra el bloqueo: México
México ha sido criticado “injustamente” por no haber tenido una mayor
participación de los acontecimientos recientes que derivaron en el
acercamiento entre Cuba y Estados Unido, pero “México representa, de manera
diáfana, la larga lucha y reiterada condena que obligó a Estados Unidos a repensar
su política ante el aislamiento creciente en la región. México simboliza esta
posición como ningún otro país, no rompió relaciones, mantuvo el comercio con
Cuba y utilizó cuanta tribuna tuvo a su alcance para exigir el
levantamiento”, aseguró el embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez
Barrera. Además sostuvo que su país no basa sus aspiraciones de crecimiento
en la regularización de sus relaciones con Estados Unidos, “aún lejana e
incierta”, sino en la actualización del modelo económico y social dirigido a
crear una economía más eficiente, con
índices de crecimiento por encima de 5 por ciento para generar un socialismo
sustentable y próspero.
El diplomático cubano destacó que, después de más de 50 años de usar
todas las herramientas posibles, como el terrorismo de Estado, invasión
militar o demonización del gobierno cubano, “finalmente el Goliat reconoció
que ha fracasado en su objetivo de
cambiar a Cuba para lograr sus objetivos. El David ha logrado sobrevivir sin
hacer concesiones de principios, sin cambios en su política por exigencias
foráneas y lo hizo con resistencia, firmeza y coherencia”, aseveró. El
canciller insistió en que la posibilidad de restablecer la relación, depende
exclusivamente de una decisión unilateral de Estados Unidos. “Levantar el
bloqueo económico y financiero, devolver el territorio ocupado en la Bahía de
Guantánamo y cese de su política de subversión interna para intentar cambiar
el régimen, esos son decisiones que cebe tomar el presidente Obama y que para
Cuba no son negociables y si
imprescindibles para avanzar en ese camino largo y empedrado hacia la
normalización de las relaciones bilaterales”, apuntó. También reconoció que hay otros obstáculos
en ese camino, “no somos tan perfectos como algunos amigos nos quieren ver,
pero tampoco tan malos como algunos otros nos pintan. Hay prejuicios, dogmas,
que adulteran la realidad porque Cuba es mirada con una lupa diferente”.
Hombre
honesto
En estos años ya no es común referirnos al encuentro entre el
presidente estadounidense y Raúl Castro es un hito histórico y desde luego
tiene consecuencias para el Continente Americano, ya que cambia la naturaleza
de las relaciones entre toda América Latina y el Coloso del Norte, dándole
una mayor claridad, y ayuda a echar la última palada de tierra a la guerra
fría y a la retórica grosera que la acompaña. Al parecer con este encuentro tendrán que ir dos
fantasmas a fosas clandestinas: el antiimperialismo y el anticomunismo. En este contexto de cambio las sombras que
tratarán de agitar el odio es la derecha radical en Estados Unidos como el
Tea Party y los supuestos adalides del socialismo del siglo XXI que tal vez saquen
réditos políticos. El presidente cubano le dio la calificación de “hombre
honesto”, ya que no encontraba otro complemento adecuado del presidente
Obama, y terminó diciendo: “Nuestras naciones deben liberarse de los viejos argumentos, debemos
compartir la responsabilidad del futuro. Este cambio es un punto de inflexión
para toda la región”.
Este acercamiento dado por un presidente estadounidense no tiene
precedente alguno pero para que sea irreversible es necesario dar los pasos
previstos de inmediato, como es el que Estados Unidos ponga a Cuba fuera de
la lista de países terroristas, y que se establezcan las relaciones
diplomáticas funcionando plenamente. Esta situación abriría la puerta para
que las restricciones del bloqueo económico sigan siendo aligeradas, y el
sucesor de Obama se encuentre en la situación sostenible de seguir adelante
sin retorno, y esto viendo en perspectiva
a las filas republicanas más radicales. Es muy conocido que en
realidad la concesión fundamental del bloqueo está en manos del legislativo
en Washington, y Cuba lo sabe por eso Castro ha insistido en repetir que hay
que tener mucha paciencia.
Si estamos de acuerdo de lo que suceda en el Capitolio y se desea que
sean derogados allí los fundamentos legales del bloqueo contra Cuba, y más
allá de lo ocurrido históricamente, resulta impactante el cinismo del
lenguaje oficial estadounidense empleado para elaborar listas de presuntos
gobiernos impulsores del terrorismo internacional, habida cuenta de que, por
tradición, ha sido el propio Washington el principal promotor de acciones
terroristas en el mundo en general –ahí se tienen los ejercicios militares
estadounidenses en el mundo- y en Cuba en particular. Ninguno de los
atentados perpetrados en las últimas décadas en territorio estadounidense ha
contado con respaldo de la Habana, en tanto que en la isla los ataques terroristas patrocinados por
instancias gubernamentales de la superpotencia se cuentan por docenas,
incluidos muchos intentos por asesinar a los gobernantes cubanos, organizados
y financiados por la Agencia Central de Inteligencia. Con tales antecedentes,
si un gobierno merecería ser calificado de promotor del terrorismo sería el
culpable de esta situación y que llamaremos Estados Unidos, y resulta
comprensible, por ello, la reticencia del presidente Obama a escuchar
referencias históricas durante la pasada Cumbre de las Américas. (La Jornada,
política, p.p. 4-19, 15 de Abril, 2015).
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jueves, 28 de mayo de 2015
Cuba-EU: Amor y Odio
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