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Nacional 
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Las ley no incluye a los grandes empresarios del
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Asalto a la nación  
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Por: Carlos Damián                                         16 de Mayo,
  2015 
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Se debe proteger la salud y la vida de todos los
  trabajadores ante la voracidad capitalista: NGU 
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México. -   El dirigente del
  sindicato minero (SNTMMSRM), Napoleón Gómez Urrutia (NGU) advirtió que las
  reformas implementadas a la Ley Federal del Trabajo (LFT), por las que se
  prohíbe la explotación del carbón en condiciones de riesgo y se sanciona a
  las empresas por accidentes que causen la muerte de trabajadores, es
  incompleta y deja fuera de responsabilidad por tragedias a los grandes
  empresarios del carbón, como Germán Larrea (GL)  dueño de Grupo México.  Deploró que sea el senador del PAN, Javier
  Lozano Alarcón (JLA) quien modificó la minuta proveniente de la Cámara de
  Diputados sobre esa reforma a la legislación laboral, ya que “está entregado
  en servir a las empresas mineras”. El líder minero insiste: “Lozano es el
  menos indicado para defender temas laborales, ya que se trata de un
  oportunista que ni siquiera se preocupó de este tema cuando fue secretario
  del  Trabajo, uno de los peores de la
  historia del país”.  En tanto,
  representantes de la organización Familia Pasta de Conchos se
  presentaron  (28/04/15) en el
  Senado  para inconformarse también con
  la minuta que modifica el artículo 343 de la LFT para prohibir el trabajo en
  tiros verticales para la explotación del carbón, a profundidades menores de
  100 metros y explota minas conocidas como cuevas y pozos carboneros. 
Las fuentes establecen que el ex secretario del trabajo JLA  es un empleado a sueldo de GL que para
  mayores datos le llama el dueño su “gato”. Asimismo, establece sanciones de
  tres a cinco años y multa de hasta 5 mil veces el salario mínimo cuando por
  omisiones de  seguridad se produzca la
  muerte de uno o varios trabajadores. El dirigente del sindicato consideró que
  no sólo se deben establecer sanciones drásticas a los responsables de las
  muertes en tiros y pozos a menos de 100 metros de profundidad, sino a todos
  los accidentes, independientemente de la profundidad. “De no ser así,
  estarían dejando fuera de responsabilidad por tragedias y accidentes a los
  grandes empresarios explotadores del carbón como Germán Larrea y Alonso
  Ancira Elizondo, que operan a mayor profundidad, pero que eso no los hace
  menos obligados a conservar las medidas adecuadas de seguridad, salud e
  higiene en la producción minera”. De hecho, “la negligencia criminal debe
  incluir todo tipo de minas, y no solamente las de carbón”. Hizo notar que la
  reforma a la ley laboral debe establecer también castigos severos a los
  responsables de accidentes en los que mineros que se accidentan pierden algún
  miembro del cuerpo o quedan incapacitados para ejercer un trabajo. “La
  irresponsabilidad y la negligencia criminal debe cubrir a todos los
  empresarios y directivos, que sólo buscan ganancias a cualquier costo,
  incluyendo la vida y la salud de los trabajadores”, (La Jornada, Roberto
  Garduño). 
Reparto
  del botín minero 
El inquilino de los Pinos, Zedillo anunció la reprivatización
  bancaria, en mayo de 1990, para “democratizar” el capital financiero, y
  “modernizó” la actividad productiva (1992) al modificar la ley minera, y
  ambos casos cerró su discurso cínicamente con la frase, “por el bien de la
  nación”. Después de 23 años el capital financiero se concentró aún más, y en
  cuestión minera reforzó el oligopolio que ya existía y  promovió el retorno a los tiempos de las
  ordenanzas mineras de la época colonial, y jamás se logró beneficiar a la
  nación, debido que cedió el control financiero y productivo a intereses
  extranjeros. A la vuelta del tiempo transcurrido, 70 por ciento de las
  concesiones mineras que fueron otorgadas por el gobierno federal se encuentran
  en manos de extranjeros, en particular de inversionistas canadienses, los
  cuales se han dedicado a explotar oro y esto no beneficia a México por ningún
  lado. Además las “reformas neoliberales aplicadas por Ernesto Zedillo y
  Carlos Salinas en la década de los 90 del siglo pasado abrieron
  indiscriminadamente el sector minero al capitalismo extranjero”. 
Estos capitalistas extranjeros se han apropiado de 70 por ciento de
  las concesiones, que suman 92 millones de hectáreas. La Cámara Minera de
  México (Camimex) informó que el restante 30 por ciento se encuentra en manos
  de empresarios de origen nacional, aunque la participación de los extranjeros
  es superior a dos terceras partes del total. De ellas, Canadá participa con
  74 por ciento de los proyectos mineros (207), Estados Unidos, 15% (43);
  China, 3% (8); Australia 2%, (6); Japón, 2% (5); otros, 4 por ciento
  (11)”.  Como estos dos presidentes
  fueron funestos para el territorio nacional como Carlos Salinas con su
  “reforma” a la ley en la materia, cerca de la mitad de México ha sido
  entregado a consorcios privados, nacionales y extranjeros, y a cambio
  Hacienda no ha recibido un centavo, ya que México a diferencia de otras
  naciones no cobra regalías mineras. Si se observa a las empresas mineras en
  su país se cobra regalías mineras a una tasa que fluctúa entre 10 y 17 por
  ciento, según la provincia de que trate el trabajo minero. Si nos remitimos a
  Terranova y Labrador (Canadá), el cobro de regalías mineras es de 15 por
  ciento sobre el 80 por ciento del ingreso gravable, y 20 por ciento sobre el
  resto, y desde luego hay que sumar los impuestos regulares. 
Para los extranjeros México es un paraíso donde no te cobran regalías
  por destrozar el territorio  nacional y
  envenenar a sus habitantes. Como tampoco ni un centavo a las empresas
  nacionales  como: Grupo México, Peñoles
  y Frisco por mencionar algunas de  los
  monopolios más  importantes. El
  gobierno federal les ha abierto y otorgado todos sus deseos y concesionado la
  mitad de la República formando así la versión moderna del latifundismo
  porfiriano, pero ahora con  el
  petróleo, gracias a la reforma energética (léase entregado) de EPN.  En América del Sur tenemos a Chile, que
  gracias a Pinochet se volvió la cuna del neoliberalismo  y se encuentran las regalías mineras del
  orden de 9 por ciento; en Australia van de 3.5 a 5; en Mongolia de 5; en Perú
  de 3; en Sudáfrica de 2; y en Estados Unidos (Alaska) 10 por ciento. Pero
  como en México espantan a la inversión” los genios del gobierno” dicen que no
  van a cobrar impuestos pero si van a aumentarlos a la población mexicana. Es
  de suponerse que debido a la magnitud de la entrega territorial a extranjeros
  y monopolios nacionales, el dinero que debería ir a Hacienda va a engordar
  los bolsillos de estos genios del gobierno ya que el robo a la Nación y la
  impunidad de que gozan no son gratuitos.  
Estas familias mexicana se han repartido el tesoro escondido de los
  mexicanos; el cobre para la familia Larrea, la plata para Bailleres, y el oro
  para los extranjeros de Canadá, y todos ellos con enormes extensiones de
  tierra  y estos ‘latifundistas modernos’
  se han apropiado de México por cortesía del gobierno federal, y ésta
  aberración nacional son un peligro para México. Hasta el día de hoy se ha
  mantenido impune Germán Larrea por el homicidio industrial de Pasta de
  Conchos, las tres huelgas mineras que se han mantenido por ocho años y el
  ecocidio en Guerrero y Sonora sigue envenenando a la nación y ha pagado
  centavos por su crimen industrial, y se mantiene en la línea de EPN. Estas
  famiglias siguen detentado millones de hectáreas del territorio nacional
  y  estos barones tienen las de mayor
  riqueza minera, y debido a la “modernización de estos dos presidentes ya
  mencionados han provocado el incremento de mil por ciento en la extracción de
  oro mexicano. Recordando la “volatilidad”, en 2011 el Banco de México
  incrementó sus reservas de oro para fortalecer sus “mecanismos de protección”
  en contra de las hordas especulativas, destinó para ese fin cientos de miles
  de dólares para adquirir el oro extraído de minas mexicanas, y obviamente las
  mineras canadienses lo cedieron a precios históricamente altos, y claro
  concesionadas por el gobierno mexicano. Así de ese tamaño fue el robo de la pandilla
  de F. Calderón, “el peligro para México”. Así como han “modernizado” a la
  minería, esto es lo que le espera al petróleo por la pandilla de EPN. (La Jornada, economía, p.24, 27 de abril, 2015). 
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jueves, 28 de mayo de 2015
Asalto a la nación
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