Nacional
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Trump es un payaso que exhibe su
resentimiento social y odio hacia los latinos
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El hocico 2016
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Por: Carlos Damián
Febrero 14, 2016
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Los cambios políticos en el mundo
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México. -
El éxito de Donald Trump el mismo nos hace reflexionar, cuando se
ausentó de un debate republicano entre precandidatos que tuvo lugar en Iowa.
Lo hizo para sacarla del juego político y fue contra la participación de la
periodista Megyn Kelly en el panel de moderadores, a la que quiso vetar. En
este episodio de las primarias vemos a un público resentido y pone sobre la
mesa el giro que el discurso político ha tomado en Estados Unidos. El
episodio que se destaca no es sólo en la campaña presidencial como el público
estadounidense exhibe sus intereses, ya no espera que sus candidatos ofrezcan
programas políticos alternativos y presenten sus posiciones ideológicas con
una clara definición que los distinga de sus oponentes. Los partidos deben
ser competitivos electoralmente, y exhiban su posición ideológica y
eventualmente de clase, y al ser excluyentes sus probabilidades de ganarles a
los partidos incluyentes sea mayor. Se observan a las alianzas partidarias, y
organizaciones afines a sus plataformas políticas, so pena de confundir al
ciudadano preparado para votar, pero si el debate político es convertido en
un espectáculo de circo, un round de box, rompen narices, tiran patadas al
aire, y ridiculizan al adversario, ellos van a degradar la política a mero
trámite, o es un medio para ganar cargos y puestos en la representación
política, sin importar las necesidades de la mayoría y menos aún las demandas
del ciudadano.
Los candidatos que usan la fuerza del
insulto, que no intercambian opiniones y sus electores son un grupo de
patanes sin cultura, y no les importan las opiniones inteligentes, ni
posiciones ideológicas, se divierten cuando estos tipos recurren a los golpes
de luchadores que al insultar a sus competidores inhiben a sus competidores,
y esto sucede cuando no alcanzan a responder al nivel que son atacados por
estos payasos de la política. En el pasado ésta falta de sensibilidad al
electorado prácticamente eran eliminados ipso
facto de la contienda, lo que ahora vemos es un fenómeno en la que el
insulto inhibe al adversario y la grosería se han vuelto algo común en los
debates políticos. Antes en los debates se recurría a eufemismos, perífrasis,
circunloquios y eran muy correctos y adecuados los políticos que a veces
pecaban en su formación. Todos estos artilugios políticos buscaban esconder
la carga de violencia que tiene la lucha por el poder. Se introducían reglas
para los políticos usando el civismo y la ética en la competencia disfrazando
los riesgos que pudieran surgir y se suspendiera la confrontación.
La fuerza del insulto
En estos cambios de la clase política desde
los años 80, tanto en la mayoría de los países latinoamericanos y Europa, los
partidos definidos abandonaron las posiciones tradicionales, ya sea de
izquierda, derecha o antisistema, y se corrieron al centro para competir con
los antiguos partidos socialdemócratas y algunos se quedaron en el limbo
electoral de los partidos marginados y pequeños que tiene que buscar alianzas
para lograr cargos de representación, en el parlamento o en el congreso
nacional. Los partidos comunistas abandonaron su ideología basada en el
marxismo, y la lucha de clases como matriz ideológica. En su transitar hacia
la centroizquierda, dejaron de ser anticapitalistas y desaparecieron para
convertirse en híbridos y por décadas se habían diferenciado en su posición
de centro. Lo más grave es que al desaparecer, disminuyeron en su influencia
y los trabajadores que decían representar, se pasaron a las filas
nacionalista, xenófobos, y de plano se pasaron al partido de ultraderecha,
como en Europa está pasando. Estos partidos han sido rebasados por partidos
‘emergentes’ de nuevo cuño que han establecido alianzas con la derecha radical
para ganar elecciones.
Estas alianzas políticas se dan entre
partidos más o menos afines, pero sucede que hace 30 o 40 años eran
opositores, esto sucede cuando la ultraderecha alcanza éxitos y cimbra a la
clase política antagónica y la vieja izquierda la obliga a realizar alianzas
con los de derecha por considera a estos más liberales que la corte
neofascista conocidos. En México los partidos antiguos antagónicos están
haciendo alianzas (PAN-PRD), las alianzas en los 90 no eran viables pero
ahora los partidos de izquierda se han vuelto de centro- izquierda, y los
partidos de ultraderecha no extremistas, se han vuelto de centro-derecha,
para engañar al electorado sin posición política alguna. Tal vez la
explicación es que los partidos de centro-izquierda considerados como
socialdemócratas están interesados en las parcelas de poder y compartirlas
con quien sea y como meta quedar dentro del sistema de políticos en el poder.
Desde luego son mezquinos en su meta por lo que las dirigencias burócratas se
han distanciado de sus electores, de los intereses de los ciudadanos que
dicen representar. Estos tipos de partido son camaleones que al disfrazarse compartiendo
el poder con sus antagónicos políticos en los 90, ahora se han adecuado a los
cambios después de treinta años de neofascismo, y no tienen alternativa.
Payaso de circo
Se puede inferir que al mantenerse en sus
viejas concepciones políticas, no tienen capacidad para ser competidores
políticos, ya que están nadando contra una corriente política mundial y como
la izquierda socialista no tiene presencia entre los nuevos electores, y es
cada vez menor entre los medios académicos e intelectuales, y aceptar que
debamos ajustar nuestros esquemas políticos y aceptar que el mundo ha
cambiado. Se supone que al ser de izquierda hoy, es ser populista,
nacionalista y partidario de la intervención del Estado en la economía, bueno
en México ya no tenemos ninguna de estas ideas sobre el político de
izquierda, ha cambiado: la gente no acepta el populismo, no es nacionalista,
y menos aún hay paraestatales para regalar al extranjero. Se ha acabado toda
la infraestructura que generó el antiguo PRI –antiguo socialdemócrata
convertido actualmente en ultraderecha- para cubrir con prestaciones sociales
al ciudadano común.
En Estados Unidos el discurso político ha
girado del campo de las ideas a la fuerza del insulto, y Donald Trump es un maestro, parte de su transformación
para estar en la meta y gozar un buen pleito en el debate estadounidense.
Ahora se espera de los candidatos: historias personales y desgarradoras; la
superación de una enfermedad terminal; la pérdida de un hijo; la crueldad de
una madre; la superación del adulterio de un esposo enfermo sexual. Hillary
Clinton logró la simpatía de los votantes y cuantos candidatos más han
logrado subir al enternecer a los electores. Hillary Clinton logró la
simpatía al tener una historia de cómo superar el calvario de su esposo
infiel. Tal vez ahora deben lograr inventar una historia personal para
divertir y lograr el entusiasmo del electorado, como lo está haciendo su
opositor demócrata Berni Sanders. En este contexto el ascenso de Trump no es
una sorpresa, una celebridad que irrumpe en la vida política con una enorme
bolsa de fotografías que aparecen en revistas del sentimiento y amor, y un
archivo curricular lleno de sus parejas sentimentales. Este payaso de circo
es una mercancía actual, de la generación x, de un público ávido de sentimientos, de
insultos, con planes políticos estructurados tendientes a las catástrofes del
siglo XX, y son seducciones de su proyecto político vacío. Pero se espera que
mucha gente esté vacunada de estos payasos vacíos, vulgares y sin cultura. Esperamos
que construyan el muro gigantesco al dividir los países y se haga dentro del
terreno propiedad de México. (La Jornada, política, p.p.20- 21, Febrero 11,
2016).
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sábado, 13 de febrero de 2016
El hocico 2016
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