Nacional
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La corrupción es infinita y nos cubre totalmente
como tomate podrido
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La corrupción del gobierno
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Por: Carlos Damián 20 de Septiembre,
2014
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El ombudsman federal no demanda penalmente a los
responsables de las reformas energéticas
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México. -
Desde hace muchos años he visto sembrado en múltiples periódicos,
publicaciones y libros la corrupción latinoamericana, y en particular la de
México tratando de explicar que este corrupción es el legado cultural de los
españoles y que proviene del antiguo museo europeo y que difícilmente los
mexicanos nos vamos a librar de esta plaga del siglo XXI. Este fenómeno
social tiene su origen y éste se
pierde en las sombras de los siglos. También Grecia padecía de este fenómeno
social. Si es usted un erudito que busca información hallará docenas de
libros en español, inglés y otras lenguas que buscan raíces y establecer
hipótesis, además de que proponen salidas explicativas a este complejo
fenómeno social. Si tratáramos de establecer la cantidad de libros,
publicaciones, y revistas, tendríamos en nuestras manos un guarismo con tantos
ceros que difícilmente podríamos explicar. Este tema lo escogí a propósito debido a la entrevista que
propició José Carreño Carlón al presidente EPN el 19 de agosto, 2014. En esta
entrevista se trató de que el presidente luciera sus mejores prendas y él
mismo como una persona entendida y responsable.
El presidente al ser cuestionado por la reportera
de Televisa, Denise Maerker acerca de la corrupción que nos sofoca, el
presidente contestó: la corrupción “es un tema, yo insisto, de orden
cultural”, León Krauze (LK), a contrapelo dijo: que en Estados Unidos, los
mexicanos no se pasaban los semáforos en luz roja, no tiraban las latas de
cerveza en cualquier parte desde el auto en marcha y en parques, ya que
respetan la ley y pagan puntualmente sus impuestos. En este contexto al tener
a los mexicanos en un medio no corrupto, como el yanqui, implica que estos no
son corruptos. Otro escritor como Jesús Silva Herzog –JSH- (25/8/14), en su
artículo “Conversación a modo”, apunta
varios temas interesantes que retoma Carmen Aristegui, y con esto fue el
banderazo de salida a tantas opiniones, crítica y zalameras defensas,
alrededor del tema. Al remitirnos a los comentarios de JSH: “En una
intervención muy oportuna y clara, LK discrepó de la opinión del presidente:
“La corrupción no radica en nuestro modo de ser, sino en un régimen político
fincado, -Zaid-, en la propiedad privada de las funciones públicas”. Vemos que esta coincidencia no es gratuita
y estos mexicanos que ahora son ciudadanos mexicanos de primera generación
que viven en Estados Unidos, viven , estudian y trabajan en una sociedad no
corrupta y actúan como cualquier estadounidense, en un Estado donde las
funciones públicas son, en lo posible, aún más propiedad privada que en
México.
Con toda esta información tenemos que la
estrechez de miras se ha reducido a un problema de corrupción en las
funciones públicas. Y ”nuestra cultura” tiene una incertidumbre que al
abarcar todo lo que engloba tal concepto no ofrece alguna respuesta concreta.
Si nos remitimos al índice de Transparencia Internacional se ubica a Estados
Unidos lejos de los primeros lugares, pero esto no obsta para tener una
referencia de los mexicanos en el exterior. El escritor José Blanco escribió
una reflexión, “La corrupción ubicua” (la Jornada, 11/12/12) dándole una
complejidad mayor a la que ahora reducen sus reflexiones al tema de la
corrupción pública y generalmente apunta a una sola causa, lo cual no es
válido para darnos una explicación plausible y adecuada a nuestro entorno.
Veamos algunas publicaciones que pueden aclarar nuestro tema espinoso y
difícil: “Con el paso del tiempo, la ONU se convirtió en lo que hoy es: uno
de los mayores centros de corrupción en el mundo occidental, según el
Institute for Global Ethics. Las maniobras de las grandes potencias provocó
un flujo de corruptelas en las contrataciones de funcionarios, en la
definición de misiones o por el propio control de la asamblea General y el
Consejo de Seguridad, que aún hoy persisten”.
(ONU: historia de la corrupción, Eric Frattini (2009), Bubook Publishing,
SL, 462 p.p.)
El movimiento asistencialista más
de lo mismo
Prospera (pro espera), ahora es el nombre real de
Oportunidades que ha rebautizado la administración de EPN, que como mantra
trata de evitar la pobreza infinita del ciudadano mexicano. Esta autoría
gubernamental trata de refugiarse en un nuevo nombre pero poca ingeniosa del
Banco Mundial, quien está detrás en la sombra y son propuestas del Consejo
Nacional de Evaluación. Hasta hoy todos los beneficiarios seguirán recibiendo
apoyos financieros y materiales de Oportunidades, pero ahora sus hijos podrán
gozar de becas para estudios universitarios o técnicos superiores y quienes
buscan trabajo tendrán prioridad en el sistema nacional de empleo. Pero
declaran que “estrategia para reducir la pobreza es que las familias sean capaces de generar
ingresos por cuenta propia y disminuya su dependencia de las transferencias
monetarias”, y estas claramente son promovidas por el asistencialismo
oficial. Pro espera dirigirse al campo indígena ya que lo afecta
directamente. Loas pueblos indígenas no han podido despojarse del
calificativo de vulnerables, ya que el Estado les ha negado el derecho de disponer de sus recursos y
directos que les permitan superar las exclusiones para llegar a su autonomía
plena. Aunque trata el estado de superar esto con, palabrería: “la igualdad
entre los mexicanos debe ser una realidad plena, independientemente del
origen étnico”.
El decreto que crea el programa hace énfasis
sobre la inclusión social y habla confusamente de los resultados positivos,
pero “la experiencia ha probado que la sola ampliación de capacidades básicas
en los individuos y familias en pobreza no es suficiente para reducir una
condición de vulnerabilidad”. Aunque
se señala que van a promover “la coordinación con los tres órdenes de
gobierno, con instituciones privadas y con la sociedad civil organizada que
permitan fortalecer las acciones de Prospera”. Bueno sus deseos y sus
voluntades son muy buenas pero como en toda gestión del gobierno, se deberán
hacer conforme al presupuesto aprobado y se incorporarán supuestamente las
familias en pobreza extrema. La consigna del gobierno de Peña Nieto es “mover
a México”, y nos da lista de sus reformas: que dicen harán de nuestro país
coseche el crecimiento económico, sin embargo el Pro espera: “naturalmente,
son procesos profundos que no generan resultado inmediatos, y estaríamos
engañando a la sociedad mexicana si prometiéramos resultados mágicos”. Así en
La Jornada lo dijo el Secretario de Hacienda, el 6/9/14. Finalmente el
régimen neoliberal es transexenal, y el proyecto del nuevo aeropuerto se
planeó con Felipe Calderón, y en esta perspectiva Pro se espera tenga un
avance integral bueno si es que a los beneficiarios no se les agota la
paciencia y el hambre.
El sistema mexicano es un desastre
Al acercarnos a otro aniversario de nuestra
independencia la condición económica y política es un desastre. Después de
dos años tenemos un crecimiento económico que amerita devolver a los
integrantes del gabinete presidencial al primer semestre de la carrera. Ante
la perspectiva de su propio fracaso la Secretaría de Hacienda se cura en
salud y advierte que el año próximo tendremos “una presión a las finanzas
públicas” y que la economía seguirá a la baja, pese a que el gabinete de
gobierno prometió que sus reformas constitucionales y sus leyes secundarias
serían el gran detonador de un crecimiento económico brillante. Todo esto es
una gran mentira, como el dicho del
presidente que no se iban a privatizar Pemex y CFE. Tenemos que nos dicen que
la violencia delictiva no ha cesado, agregándole una violencia represiva que
contagia a los gobernadores, presidentes municipales, que se encuentran
inspirados por la impunidad de quienes
se encuentran arriba de la pirámide administrativa. Nos preguntamos en qué
medida este régimen inspira a Rafael Moreno Valle en sus empeños en resolver
los conflictos sociales a punta de persecuciones políticas, y de balas de
goma. Los delincuentes organizados siguen impunes pero los ciudadanos que se
defienden siguen en la cárcel. Ejemplo: Nestora Salgado. José Manuel Mireles
y así muchos otros. (La Jornada, política, p. 32, 9 de Septiembre, 2014).
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lunes, 20 de octubre de 2014
La corrupción del gobierno
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