Nacional
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La estrategia anticrimen es un fracaso
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Desconfianza
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Por: Carlos Damián 8 de Enero, 2015
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Los investigación eterna de las autoridades no
dan luces de los desaparecidos
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México. - La desconfianza de
los familiares de los normalistas desaparecidos hacia las autoridades de
todos los niveles de gobierno es “preocupante”, manifestó el representante en
México de la Oficina del Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Javier Hernández
Valencia (JHV). Es necesario agregó, replantear el mecanismo de diálogo para
fortalecer la confianza entre las autoridades y los padres de los
normalistas. Y las agresiones de los días 26 y 27 de septiembre contra los
normalistas de Ayotzinapa pusieron de relieve “el fracaso del gobierno de EPN
en luchar de manera eficaz contra la delincuencia organizada, la corrupción y
la violencia”, en un entorno en el que todavía existen “problemas severos” en
materia de derechos humanos, señaló la Oficina en Washington para América
Latina (Wola, por sus siglas en inglés). En un análisis realizado por Clay
Boggs oficial de programas, y Maureen Meyer, coordinadora del programa de
México y derechos de migrantes, la organización estadounidense destacó que
“este caso trágico demuestra la incapacidad del gobierno mexicano de
proporcionar a las familias de los estudiantes y a la sociedad mexicana
información oportuna y clara sobre su paradero”. De igual forma, destacó que
Ayotzinapa es un “recordatorio doloroso de la incapacidad del gobierno
mexicano para hacer avances reales en derechos humanos”, afirmó que la causa
de los problemas de México en este ámbito es “la impunidad, y alertó que las
reformas legales no son suficientes para combatir ese fenómeno”. En cuanto a las desapariciones forzadas
Wola indicó que los datos oficiales más recientes documentan 22 mil 610 desaparecidos mexicanos desde 2007, y 2014
“parece ser el peor año para las desapariciones, con 5 mil 98 casos
reportados entre enero y octubre”.
Además, las autoridades mexicanas no tienen medidas eficaces para buscar a
las víctimas con vida.
Respecto al delito de privación arbitraria de la vida, el colectivo
destacó los casos de Ayotzinapa, que dejó cuatro estudiantes muertos y 42 que
aún permanecen desparecidos, y Tlatlaya, donde elementos del Ejército
mexicana ejecutaron al menos a 12 delincuentes rendidos y desarmados. En
cuanto a migrantes lamentó que siguen expuestos a delitos como secuestro,
robo, extorsión y abuso sexual, perpetrados por grupos de delincuentes en
colusión con las autoridades mexicanas, debido a “los altos beneficios
económicos” que generan dichos ilícitos. Sobre periodistas y activistas
sociales, enfatizó que “México se ha convertido en uno de los países más peligrosos del
mundo”, para ambos gremios, pues informes de diversas organizaciones, señalan que en la primera mitad de 2014 hubo 157 agresiones
contra miembros de la prensa y 104 ataques contra activistas entre 2011 y
2013. Ante tal escenario, la organización llamó al gobierno mexicano a
“resolver problemas profundos de la corrupción y el crimen organizado
mediante el fortalecimiento de los mecanismos de rendición de cuentas
internos y externos, con el fin de investigar y sancionar a los funcionarios
que cometen delitos y abusos.
Investigación gubernamental
Jesús Murillo Karam no tiene salidas a la vista, y ya nos hizo saber
que virtualmente son pocas las probabilidades de que conozcamos la verdad de
lo sucedido con los 42 de los estudiantes rurales desaparecidos, por el
cartel de los guerreros unidos en Iguala. Este dosificador de la información
trágica lo hizo desde la plataforma de nula credibilidad y desconfianza hacia la autoridad, ante tal
escenario que narra su verdad sobre los hechos. Pudo vincular los resultados
de los antropólogos austríacos que estudian los restos óseos, y dentales con
la supuesta identidad de un estudiante identificado. La otra organización de
origen argentino nos señala que tales restos humanos encontrados no
necesariamente son provenientes de
donde la PGR dijo haberlos hallados, ya que lo único cierto es que estaban en
cuatro bolsas mediadas llenas de hoyos. Aunque para el funcionario
gubernamental en una estación de radio, para confirmar su convencimiento generalizado, dice “hay
varias evidencias, unas nuevas que confirman el hecho de que ahí había un
grupo de estudiantes. Hay evidencias del suelo, de las llantas, las
declaraciones mismas de los detenidos, que son los que dan las pistas del
río, pero el número de los que ahí fueron sacrificados creo que no lo vamos a
descifrar nunca”.
Tal confesión nos hace percibir que el gobierno está dando por cerrado
el caso de la investigación gubernamental sobre los 43 desaparecidos –sólo el
cuerpo de Alexander Mora apareció-. En esta situación fantasma se desvanece hasta
el infinito la farsa de la eterna “búsqueda” de los adolescentes pobres, y el
creador de fábulas está convencido que los adolescentes fueron asesinados e
incinerados para desaparecer todo rastro de ello, a partir de la declaración
de algunos de ellos que aseguran haber visto como los ejecutaron, de camión
en camión al bajarlos como si fueran animales que van a sacrificar al
matadero, ya que habían sido detenidos en Iguala, los dejaron morir en el
basurero de Cocula. Sin embargo de acuerdo a la ley mexicana judicial estos
jóvenes no fueron asesinados porque los cuerpos no han aparecido, sino polvo
que no es posible identificar. Toda esta historia proveniente de algún libro
de Stephen King tiene una extraña combinación de factores sacados de alguna
escena sangrienta de Hollywood tipo gore, y es oficial: una pira de fuego
hecha con llantas, árboles y basura a cielo abierto creado por manos asesinas
y siniestras; una hoguera enorme que nadie detectó y que funcionó como un
horno crematorio a cielo abierto, después recolectan los restos en grandes
bolsas de basura de grueso nylon y son tiradas al fondo de un San Juan río
adyacente al crematorio.
Los restos son increíblemente dañados para una difícil identificación,
y en un proceso profesional de confección para que no sean reconocibles los
restos por forenses de otros países en contra del historial de los demás
restos encontrados a flor de tierra y en fosas cavadas sin mayores
pretensiones. Toda esta historieta de ficción nos lleva a pensar que la
investigación es eterna y equivale a prolongar el conflicto entre la postura
oficial y la de los padres de los estudiantes asesinados, todo esto como si
estuviéramos ante una “razón de estado” que obliga a EPN a cerrar las puertas
de la justicia y la verdad, porque de alguna manera están involucrados hasta
la coronilla personajes civiles, policíacos, militares, y determinadas
instituciones claves, junto con la protesta nacional e internacional
crecientemente llega a un tono que plantea soluciones más radicales. Por todo
lo mencionado ciudadanos afectados, estudiantes y profesores han obstruido
físicamente las tareas de órganos electorales, asegurando que el año entrante
no habrá comicios en la entidad de Guerrero. Senadores del PRD, PT y
Movimiento Ciudadano les fue mal ante el enojo de los padres de los
adolescentes muertos, al atenderlos en su visita en busca de ayuda, ya que
intentaron mostrarse solidarios y los padres iracundos demandaron la
desaparición de poderes, donde Rogelio Ortega sobrelleva la hipótesis de que
es el gobernador.
Estos padres y madres dolidos
por la ausencia de sus hijos demandan que no haya elecciones en 2015, y
sustentan su dicho en la prolongada anormalidad institucional que ha
permitido el imperio del crimen organizado, la persistencia del fraude como
mecanismo para “ganar” puestos políticos en el gobierno. También a la
incapacidad de las autoridades constituidas para resolver los múltiples casos
de agravio criminal a la sociedad –efectos colaterales a la violencia en todo
el país- , y a la enorme cantidad de cuerpos enterrados en fosas comunes. A
todo esto se tiene la falta de garantías de equidad y limpieza, pero todo
ello se opone debido a que el INE tiene sus versiones estatales, más el
tribunal electoral federal, y todo estos son dominados por camarillas e
intereses de cúpula en el país. (La Jornada,
política, p.p. 8-9, 10 de Diciembre, 2014).
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viernes, 23 de enero de 2015
Desconfianza
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