Nacional
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Joseph López lamenta la discriminación en el país
americano
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Racismo
contra latinos
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Por: Carlos Damián 2 de Marzo, 2015
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La historia de los negros hace 30 años es la
misma que los indocumentados hoy
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México.- El sexenio pasado Estados Unidos lo hizo
mediante “centros de fusión bilaterales” pudo penetrar a los organismos de
seguridad e inteligencia, y es la eterna historia de la añeja intervención de
facto en México de parte de Estados Unidos. Washington ahora anhela hacer
formal su presencia al solicitar al gobierno mexicano que los miles de
agentes encubiertos puedan portar armas de manera legal. Y Unos se pregunta
si los agentes encubiertos mexicanos en el territorio de Estados Unidos traen
sus armas legalmente. En estos momentos el “nuevo PRI” es el encargado por
medio de Enrique Peña Nieto a proponer a la Cámara legislativa una
modificación para que los agentes realicen el sueño dorado de los gringos. La
iniciativa federal será reformar la Ley Federal de Armas de Fuego y
Explosivos que el Senado de la
República sea enviado el 24 de febrero de 2015. El objetivo es que los
aduanales que a diario hacen bajas en los migrantes mexicanos ahora los
agentes del ICE, oficiales de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, formen
parte de un programa de pre-inspección conjunto, similar al que Washington
tiene con Canadá. En Estados Unidos no tienen actualmente el racismo,
xenofobia y el odio contra los canadienses.
En realidad ahora van a ejercer sus funciones no sólo en las frontera
sino que “ejerzan su autoridad en el territorio de otro”, y ahora van a
revisar la documentación y consultar bases de datos del movimiento de
pasajeros en puertos y aeropuertos internacionales de México, y controlen y
supervisen los cargamentos de mercancías de exportación e importación en las
aduanas de México. El sueño dorado de la derecha estadounidense se va a hacer
realidad. En esta propuesta yanqui se propone que porten armas reglamentarias calibre 40, y que los
escoltas del presidente, ministros y los funcionarios de Estados Unidos
puedan usar sus armas en México, “para su adecuada protección”. En el caso de
México tenemos una versión infantil, por medio del secretario de Relaciones
Exteriores, José Antonio Meade: “se trata de armonizar (…) sin ninguna
ambigüedad” la legislación de México con la de Estados Unidos; en su favor argumentó que los agentes
estadounidenses armados es
“importante” y “relevante” para la generación de ”mejores espacios de
competitividad” y “prosperidad compartida” en la región interamericana.
Racismo contra mexicanos
En Estados Unidos “hay una historia de violencia vinculada a negros y latinos. Si uno ve las
estadísticas, el nivel de encarcelamiento es más alto para ellos, pero hay un
problema atrás de ello. Cuando no hay oportunidades y acceso a educación, la
gente hace lo que sea para sobrevivir. Si eso no se entiende, no se puede
comprender la vida en ninguna parte del mundo. Oportunidad significa, al
final del día, menos crimen. Yo nunca he cometido uno porque tuve opciones y
hoy poseo recursos, pero no sé qué habría hecho si no hubiese tenido esas
oportunidades”. Para Joseph (Joe)
López, agregado de agricultura de la embajada de Estados Unidos en México, la
situación es clara: “La educación suele ser un elemento que empareja el
terreno de juego para todos, aunque no podemos dejar de reconocer que
persisten actitudes racistas que suelen determinar, por encima de las
capacidades académicas, la obtención de un trabajo, sea uno negro o latino, o
provenga de una minoría. Eso pasa en todo el mundo. Lo que no pase puede
permitir es que se pierda la vida por cuestiones raciales”.
La historia de los negros es compleja en Estados Unidos, asegura,
“aunque sea un país desarrollado y ofrezca muchas oportunidades. Hay personas
que sufren problemas de discriminación. No es una discriminación violenta, es
muy sutil, pero existe. Uno como personas de color, no puede sentarse y decir
ya me vencieron, sino debo luchar. ¿Cómo lucha uno? Aprendiendo, con
educación, con maestría o doctorado. Eso es algo que nadie te puede quitar”.
Atleta de alto rendimiento en su etapa universitaria, Joe López quien es
Licenciado en administración agropecuaria en la Universidad de Carolina del
Norte, admite que contar con un presidente negro “representa parte de la
lucha que hemos dado a lo largo de la historia, pero el camino no está
completo, siempre hay más desafíos”, subraya.
En este contexto enfatiza la importancia de hablar abiertamente sobre
temas que afectan la vida cotidiana de las minorías. “Sí un negro y un
blanco, piden trabajo, es probable que quien deba contratar tenga preferencia
por la persona con que se sienta más cómodo. Eso pasa en todo el mundo. Todos
tenemos un perjuicio y no necesariamente es malo, aunque debe prevalecer la
objetividad”.
A guisa de ejemplo, cuando el director Alejandro González Iñarritú
(AGI), “recibió (el óscar), pronunció un discurso muy importante, aunque la
derecha esté enojada con él”, por aludir al tema de la migración. “Eso hay
que hablarlo. La historia de los negros hace 30 años es la situación de los
migrantes de hoy. Es lo mismo. La gente
tiene que ser muy objetiva cuando debata esto. En su discurso AGI, dijo: ¿qué
pasaría si los migrantes tuvieran las mismas oportunidades y fueran tratados
igual que todos? Es la misma pregunta
que se hicieron entonces y se hacen hoy los negros”.
La intervención
En este contexto de intervenciones Meade cínicamente sabe que ya tiene
años de intervenir en México todas las agencias de Estados Unidos que tienen
vínculos con la seguridad, han venido actuando y de manera encubierta desde
hace muchos años. Los mexicanos tienen
conocimiento que Vicente Fox y Jorge G. Castañeda Gutman propusieron una
“cesión inteligente de soberanía”, de la cual los yanquis se colgaron y ha
hecho mella su presencia en
México. Un ex miembro de la CIA estimó
en 25 mil agentes clandestinos de EU en México, y es en noviembre pasado que The
Wall Street Journal (WSJ) que reveló que funcionarios del servicio de
Alguaciles del Departamento de Justicia en EU, armados y disfrazados de
elementos de la Secretaría de Marina de México, participaron al menos “cuatro
veces al año” en operativos antinarcóticos en el territorio nacional, con
apoyo de agentes de la DEA y FBI. Según este periódico de Estados Unidos
ellos intervinieron clandestinamente en la captura del Chapo Guzmán, y un
alguacil encubierto resultó herido en la refriega de la captura en Sinaloa en
julio de 2014, durante un operativo paramilitar contra el grupo de los
hermanos Beltrán Leyva; fue rescatado por un militar de la Marina y fue
trasladado a Culiacán y después a Texas, USA.
Esta injerencia se ha dado desde 2005, con la Alianza para la
seguridad y la prosperidad de América del Norte (ASPAN), y después bajo la
cobertura de la Iniciativa Mérida (2007), se
ha venido aumentando la presencia de manera exponencial en
México. Los agentes clandestinos
gringos lo hacen incluso con recursos del propio Estado Mexicano, acción que
está prohibida por la Carta Magna ya que se disfrazan con uniformes y armas
de la Marina armada de México. El presidente actual ha abdicado de sus
potestades soberanas, con el agravante de la “cooperación”, pero Washington
cínica y descaradamente ha proveído de armas a los narcotraficantes y al
Estado Mexicano como ha quedado demostrado con los operativos militares Rápido y Furioso, y Receptor Abierto.
Peña Nieto en la reunión que sostuvo con su homólogo Barack Obama en el marco
de la Cumbre de líderes de América del Norte, el 19 de febrero de 2014, fue
el acuerdo oficial al que llegaron debido
a las “amenazas trasnacionales”. El general Salvador Cienfuegos,
aseveró que “existe una importancia geoestratégica en América del Norte (…) e
intereses mutuos de defensa”, ¡a fastidiar al diablo con las asimetrías! Parafraseando
a Bill Clinton: “son los hidrocarburos, estúpido”. (La Jornada, política, p.p. 24-29, 2 de Marzo, 2015).
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viernes, 27 de marzo de 2015
Racismo contra latinos
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