La reforma tonta

Nacional

Se incluye una sucia reforma para que por orden superior los legisladores la aprueben

La reforma tonta

Por: Carlos Damián                                      8 de Marzo, 2015

Es un atraco al pueblo y a la nación: PRD

México.-   De acuerdo al diputado Gerardo Gaudiano Rovirosa (PRD), presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos de la Cámara de Diputados, en el dictamen de la reforma a la ley de aguas promovida por el Ejecutivo federal, apoyada por el PRI- PAN, y se introdujo de última hora una modificación  que va a dejar en manos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la definición del porcentaje de participación privada en los proyectos de infraestructura, explotación, distribución, facturación y cobro de agua potable al usuario final, de acuerdo con un reglamento interno al que los legisladores no tienen acceso.  Tal maniobra es característica de la manera en la que han venido siendo  aprobadas las distintas reformas regresivas implantadas en lo que va de esta administración, está orientada a dotar a ala Conagua de un margen discrecional lo suficientemente amplio para llevar la privatización del líquido vital a sus últimas consecuencias, como ocurre ya en el caso de la industria eléctrica, gas y petrolífera, a raíz de la reforma energética de EPN. Aguas con Conagua Se pretende que en suma, eliminar el sentido social que priva en la legislación nacional vigente en materia de recursos hídricos para convertir su extracción, tratamiento y distribución en un negocio y dejar que sean  las lógicas de mercado las que regulen tales actividades. Si incluso con las leyes en su forma actual existe inequidad manifiesta en el acceso de las personas al agua, la reforma en curso agudizaría, tal desigualdad y sería en los hechos, nugatoria del precepto constitucional en el que se establece que “toda persona tiene derecho al agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible” (Artículo 4º), y en contra de las disposiciones de la OMS donde manifiesta el consumo del ciudadano a 100 litros. Por añadidura, la adulteración legal que se pretende imponer dejaría en la indefensión a estados, municipios y comunidades en el manejo de los recursos hídricos para favorecer a consorcios privados nacionales y extranjeros, no sólo dedicados al manejo de aguas, sino también a empresas petroleras, por ejemplo, la extracción de hidrocarburos, con la técnica conocida como fracking, tiene inconvenientes como usar y contaminar cantidades ingentes de agua, y a las industrias que hacen un empleo intensivo del agua. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) se ha comportado de forma cínica y lo ha hecho con alevosía y ventaja a lo largo de 2014 pues estuvo preparando las condiciones para despojar de sus derechos a centenares de miles de agricultores y dejar el camino libre a empresas particulares y trasnacionales que hagan el gran negocio con el agua que pertenece a los mexicanos. El órgano administrativo que dirige David Korenfeld llamado Conagua, cumplió con el proyecto privatizador enviado por el gabinete de Peña Nieto, al contratar compañías que a lo largo y ancho del país se desplegaron en brigadas locales para “verificar” la situación material y jurídica de 450 mil predios donde se estaba aprovechando agua mediante concesiones otorgadas y renovadas sin trampas ni trucos. Los concesionarios se comportaban con simpleza  y contestaban de buena fe pero los agentes verificadores contratados por las compañías privadas al servicio de Conagua, los dictaminaban negativamente, ya que ese era el sentido de la verificación. Por esta razón los pequeños propietarios se van a tener que arreglar con las grandes compañías que se quedarán con el negocio del agua. El negocio del agua destinado al fracking Estos verificadores que no son empleados de Conagua se valían de todo para fundamentar sus reportes negativos. Si una bomba extractora de agua tenía en su cercanía poca maleza porque en previos meses no se había utilizado, debido a los calendarios de siembra y cosecha, el agente tomaba fotografías y anotaba tal hecho como prueba de abandono. Si el agricultor no tenía a la mano los documentos que probaran sus derechos al agua, se le invitaba a no preocuparse y a presentarlos en otra ocasión, aunque el reporte oficial iría en sentido contrario al reportar que carecía de tales documentos.  Pero los agricultores y campesinos decidieron encarar al verificador para exigirle que les dijera de qué se trataba sus diligencias, y el agente verificador les dijo con todas sus letras “se los quieren chingar”, subrayó sus palabras. Estamos gobernados por un gabinete presidencial orwelliano, predador y autoritario, es lógico que las “concesiones de aguas se las quieren quitar con cualquier pretexto”, a los agricultores y campesinos para otorgárselas a las trasnacionales y grandes compañías. Las órdenes que habían recibido los agentes verificadores eran en el sentido de encontrar motivos para cancelar las concesiones individuales en el mayor número posible y renovar lo menos que se pudiera. Para negarles la renovación de sus actuales concesiones “títulos de concesión”, se instaló una figura jurídica precaria, llamada “constancia de registro de obra de alumbramiento”, que para efectos de litigios no reconoce los derechos al agua originales pues antes tenían un “título” más defendible. Los negocios privados  y trasnacionales han visto en México un gran potencial y el agua incluida es un negocio que han arrebatado a los pequeños propietarios y organizaciones comunales así como a las grandes ciudades van a secar a pesar de la encendida oposición de representantes de PRD, Morena, Movimiento Ciudadano, PT,   y todas las organizaciones de izquierda para estar en contra de la intención del Ejecutivo federal y su gabinete presidencial que con la ley Korenfeld están despreciando y minimizando al ciudadano de a pie. Y no sólo afectará el interés de agricultores, y campesinos, sino el de todos los mexicanos que de golpe serán desposeídos del derecho humano al agua, consignado en la Carta Magna (artículo 4º), pero incumplido en la práctica.  Esta maniobra con tufo a corrupción, y falta de sentido social, servirá para maniobrar en las que podría legalizar el trasvase del proyecto Acueducto Monterrey-VI, donde “las empresas del grupo Higa participan con casi el 60% del contrato para un acueducto en el que un grupo privado participa de manera directa en el uso de una cuenca para el suministro de agua potable”, que tiene un costo de más de 45 mil millones de pesos. También se usará para el fracking toda el agua disponible, de otras cuencas sin importar los perjuicios que ocasionarían, a la cuenca de la cual extraen el líquido como en la que apliquen esta práctica sucia y mortal. Finalmente resulta desolador constatar que el grupo en el poder sigue sin comprender los graves desajustes que han provocado las turbias reformas estructurales recientes, de las cuales figuran entre las causas de la crisis política, económica e institucional en la que se encuentra sumisa el país, y aún pretende llevar las lógicas de la privatización como un caos nacional a prácticamente todas las áreas del quehacer mexicano. Si se busca superar las crisis en las que nos han hundido el gabinete de EPN, tendría que empezar a revertir las reformas privatizadoras y aprobadas y abandonar las que están en curso de aprobación, necesitando en este momento a un presidente mexicano y a un legislativo que se preocupe por la nación y por los mexicanos. Si los integrantes del legislativo se someten al Ejecutivo Federal estarían anteponiendo sus intereses particulares frente a los del pueblo  mexicano, lesionando a quienes confiaron en ustedes, no quedando más que reflexionar sobre el servilismo de que fuese sujetos, con lo que además, se expone a la nación, que no habiendo más remedio para los gobernados, ante el cinismo y sometimiento de nuestros gobernantes y legislativo, se tomen acciones diferentes, No defrauden al pueblo mexicano y no olviden que a éste se deben. Si no se actúa en tal sentido se seguirán alterando los conflictos sociales, y la ingobernabilidad ya se manifiesta en diversas zonas por la confusión y el desajuste nacional mexicano. Ahora van por el agua. (La Jornada, política, p.p. 3 - 4, Marzo 9, 2015).